"Las únicas pelis que no me banco son los musicales".
¿Cuántas veces habremos oído decir esta frase? Algo es cierto; todos los personajes son alegres o exagerados, cantan y bailan cada tres segundos y la mayoría de las veces tanto edulcorante se hace insoportable. Pero dentro de este género existen algunas excepciones que no solo son buenos musicales, si no joyas del cine. Porque así como debemos aceptar en las películas de terror que existen monstruos que comen gente, o en una de Rambo que él puede solo contra todos, este género nos pide que aceptemos de entrada que estamos a punto de ver un sinúmero de piezas de bailes y canciones, y que todos se saben la letra y la coreografía. Y uno termina la película con ganas de salir a zapatear por la calle. He aquí algunos ejemplos de los últimos musicales que merecen quedar en la historia como "Cantando bajo la lluvia" o "Mary Poppins". Quién sabe, tal vez sea cuestión de tiempo.
¿Cuántas veces habremos oído decir esta frase? Algo es cierto; todos los personajes son alegres o exagerados, cantan y bailan cada tres segundos y la mayoría de las veces tanto edulcorante se hace insoportable. Pero dentro de este género existen algunas excepciones que no solo son buenos musicales, si no joyas del cine. Porque así como debemos aceptar en las películas de terror que existen monstruos que comen gente, o en una de Rambo que él puede solo contra todos, este género nos pide que aceptemos de entrada que estamos a punto de ver un sinúmero de piezas de bailes y canciones, y que todos se saben la letra y la coreografía. Y uno termina la película con ganas de salir a zapatear por la calle. He aquí algunos ejemplos de los últimos musicales que merecen quedar en la historia como "Cantando bajo la lluvia" o "Mary Poppins". Quién sabe, tal vez sea cuestión de tiempo.
Hairspray
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